La Neuropsicología es una disciplina y especialidad clínica, que converge entre la neurología y la psicología, que estudia los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema nervioso central causa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual.
De entre dichos efectos o déficits cabe mencionar, entre otros, el Alzheimer, la esclerosis múltiple o el Parkinson, así como enfermedades o trastornos del desarrollo como epilepsia, parálisis cerebral, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, etc.
Por tanto, el neuropsicólogo es el profesional clínico que se encarga de la rehabilitación cognitiva o neurorehabilitación, comportamental y emocional del paciente con daño cerebral sobrevenido, así como del diagnóstico precoz y la intervención en casos clínicos como las demencias, y trastornos evolutivos pediátricos, del espectro autista, el síndrome de Asperger (que afecta la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal), retrasos madurativos o TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), entre otros; además del diagnóstico diferencial, es decir, el que tiene como referencia las enfermedades que podrían ser la causa de sus síntomas.
El neuropsicólogo es, en definitiva, quien aplica los principios de evaluación e intervención basándose en el estudio científico de la conducta humana, y en su relación con el funcionamiento normal y anormal del sistema nervioso central.
Su principal función es la de analizar la relación que existe entre un daño cerebral particular y las alteraciones cognitivas que se puedan asociar, con el objetivo de determinar las zonas y funciones deterioradas, las áreas o funciones indemnes y las funciones posibles de recuperar a través de un proceso de rehabilitación cognitiva.
¿Por qué es vital el diagnóstico neuropsicológico?
El diagnóstico realizado por el neuropsicólogo tiene como objetivo proporcionar respuestas con respecto al origen y la naturaleza de las enfermedades relacionadas con el cerebro. Es, sin duda, de gran ayuda para los profesionales de la pedagogía, psicopedagogía y psicología a la hora de dirigir las dificultades de aprendizaje del estudiante y/o paciente con más asertividad. Genera precisión, ya que se pueden establecer los recursos cognitivos que están disponibles para los individuos y cuáles han de ser reforzados o suministrados por otros.
Teniendo en cuenta este aspecto, nos cercioramos de la importancia que adquiere el rol del psicopedagogo en los centros educativos, ya que, teniendo como referencia el diagnóstico del neuropsicólogo, puede dirigir las dificultades de aprendizaje que presentan algunos alumnos haciendo uso de herramientas fundamentales para ser más eficaz en cada caso. Y es que, conocer el origen y la naturaleza de las patologías relacionadas con el cerebro es clave para saber cómo enfrentarse al caso de cada individuo. Descubre nuestro Máster en Psicopedagogía a Distancia.
Cómo ser neuropsicólogo
¿Te gustaría dedicarte profesionalmente a la neuropsicología? Para ser neuropsicólogo hay que contar con el título oficial de postgrado o máster en esta rama, a fin de especializarse y poder ejercer como profesional de la Neuropsicología.
Previamente, hay que haber cursado el grado en Psicología, ya que es una carrera que ofrece al alumno una formación integral en las competencias generales de un psicólogo, a la vez que le prepara profesionalmente en materias relacionadas con la Neuropsicología. Posteriormente se consigue una especialización para profesionalizarse con el Máster en Neuropsicología Educativa Online. No obstante, también pueden acceder a la formación de postgrado en Neuropsicología los licenciados/graduados en Medicina.