La alerta sanitaria a la que nos estamos enfrentando a nivel mundial en la actualidad por la pandemia del coronavirus Covid-19, además de haber sido el detonante para decretar el estado de alarma en nuestro país, está teniendo daños colaterales que podrían acarrear considerables consecuencias negativas para nuestra economía.
Esta dramática situación nos ha ubicado en un contexto en el que hay que remar juntos para llevar a buen término las medidas de contención que se han ido aplicando paulatinamente, por indicación de las autoridades sanitarias y gubernamentales.
No es novedad hacer referencia a la situación que estamos viviendo en nuestro país desde el pasado domingo 15 de marzo, con la entrada en vigor del estado de alarma decretado por el Gobierno central. Hasta nuevo aviso, tan solo podremos salir a la calle si tenemos que acudir a nuestro puesto de trabajo, a la farmacia, a adquirir productos de primera necesidad o a pasear a nuestra mascota, entre otros casos exentos de incurrir en un delito o falta grave. Nuestra libertad de movimiento se ve condicionada estas semanas, pero es necesario que así sea para poder controlar lo antes posible esta gran amenaza que está asolando nuestro país y resto del mundo, y de la que queremos escapar cuanto antes, como si de una pesadilla se tratase.
En este post nos centramos en el término ERTE, Expediente de Regulación Temporal de Empleo o ERE temporal, que está de plena actualidad ante la imposibilidad de muchas empresas de continuar con su servicio hasta que no se vuelva a la normalidad, hasta que esté controlada la expansión del virus, y se dé por finalizado el estado de alarma, pudiendo así el país recobrar paulatinamente su plena actividad.
Muchas de las empresas, tras haber echado el cierre, no pueden seguir operando de forma remota, es decir, teletrabajando. Empresas del sector servicios, hostelería, automovilismo, comercios, textil, deporte, ocio, cultura… Son muchos casos en un mismo país, muchas empresas que están solicitando al Gobierno la aplicación de ERTEs en su empresa, al no poder hacer frente a los pagos a sus empleados mientras dure esta crisis sanitaria, ante esa incertidumbre que se cierne en la sociedad estos días y semanas.
¿Qué significa ERTE o ERE temporal? ¿En qué consiste?
El Expediente de Regulación de Empleo Temporal consiste en la suspensión del contrato de los trabajadores de manera temporal o en la reducción de sus jornadas laborales. Para que un ERTE tenga luz verde, ha de estar justificado por "causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, o derivadas de fuerza mayor" (artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores). Asimismo, este ERE temporal puede afectar a toda la plantilla de una empresa o solo a parte de ella.
Debido a la situación actual ante la amenaza del coronavirus, y al consiguiente aumento progresivo de ERTEs, el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente algunos cambios en dicho procedimiento, para facilitar que sea más ágil y otorgue más protección al trabajador. De tal modo, se han agilizado los trámites para que las empresas puedan solicitar un ERTE ocasionado por causas relacionadas con el Covid-19, como por ejemplo, la falta de suministros o los cierres ordenados por autoridades sanitarias.
¿Qué derechos tiene el trabajador afectado por un ERTE en una empresa?
Todo trabajador que se vea afectado por un ERTE cesará en el desempeño de su función profesional y, por tanto, dejará de percibir su salario temporalmente, mientras se extienda dicho ERE temporal, hasta que la empresa en la que ejerce pueda volver a funcionar con total normalidad.
Durante ese periodo de cese temporal en su empresa por la crisis sanitaria, el empleado tiene derecho a cobrar la prestación de desempleo, sin que se consuma el derecho a prestación generada hasta el momento. También, y de forma excepcional, tienen derecho a cobrar la prestación de desempleo los trabajadores afectados por el ERTE (debido al Covid-19) que no han cotizado el mínimo exigido para poder recibir dicha prestación.
Cabe mencionar que al ser una suspensión del contrato, y no una extinción del mismo, el trabajador no tiene derecho a la indemnización por parte de la empresa. Al ser una medida temporal, cuando dejen de existir las causas que motivaron el ERTE, los trabajadores deben volver a sus puestos de trabajo.
Debido a que las oficinas del SEPE están cerradas, la solicitud de la prestación de desempleo ha de realizarse de forma online o a través del teléfono habilitado en cada comunidad autónoma para tal fin.
Guía laboral por el nuevo coronavirus Covid-19
El Ministerio de Trabajo y Economía Social, ante la crisis sanitaria por el Covid-19, ha publicado esta Guía para la actuación en el ámbito laboral en relación al nuevo coronavirus, en la que, entre otros aspectos, se contempla que “la Tesorería General de la Seguridad Social podrá exonerar al empresario del abono de las cuotas de la Seguridad Social y por conceptos de recaudación conjunta mientras dure el periodo de suspensión, manteniéndose la condición de dicho período como efectivamente cotizado por el trabajador. En los casos en que se produzca extinción del contrato, las indemnizaciones de los trabajadores correrán a cargo del Fondo de Garantía Salarial, con los límites legalmente establecidos”.
¿En qué sectores está teniendo menor incidencia un ERTE?
El decreto estatal del estado de alarma aprobado el pasado sábado, 14 de marzo, no ha parado la actividad productiva del país en su totalidad, como es lógico, de modo que hay trabajos que continúan operativos.
Haciendo un recorrido por los sectores menos afectados por el Covid-19 en España, siendo los que obviamente no van a registrar ERTEs, al seguir operativos, hay que destacar los siguientes: Sanidad, Industria Farmacéutica, Óptica, Industria Agroalimentaria, Transportes, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Medios de Comunicación, Construcción, Industria Tabacalera y Limpieza.
Cabe mencionar la eterna gratitud que todos le debemos a un sector vital estas semanas ante la pandemia del coronavirus, el de Sanidad. Y es que, los profesionales sanitarios están haciendo frente a una situación de colapso hospitalario, trabajando sin descanso, e intentando sacar adelante cada una de las urgencias hospitalarias por el coronavirus, y siempre con la amenaza del virus muy de cerca.
Son nuestros grandes héroes, a los que hay que sumar otros héroes como los farmacéuticos, personal de transportes, limpieza… Y, como no, la Industria Agroalimentaria y las superficies de venta de alimentos y productos de primera necesidad, sometidos también a un día a día inédito, en el que la intensidad del trabajo va en línea ascendente y siempre teniendo muy de cerca las pertinentes medidas de seguridad que hay que seguir ante la crisis sanitaria. Sin olvidar, como no, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que están velando por que la ciudadanía respete las medidas de confinamiento, de aislamiento, para que el estado de alarma sirva de algo y con esta cuarentena, que hemos de cumplir a rajatabla, consigamos frenar la expansión del virus en nuestro país cuanto antes.
Son sectores que no se verán afectados por los ERTEs, al igual que los trabajadores que pueden trabajar de forma remota desde sus domicilios. Pero no hay que olvidar y poner en valor que estos profesionales que cada día acuden a su puesto de trabajo, en el que no es posible teletrabajar, están expuestos de forma constante al riesgo inminente de contagiarse con un virus, siendo una amenaza latente que aún no ha alcanzado el pico de contagios, y que esperamos cuanto antes llegue a la curva descendente de contagiados.
Y llegará, en su debido momento, volveremos a la normalidad, al igual que la actividad empresarial del país también volverá a la normalidad. Paciencia, tiempo, y esperanza.