En otro post anterior nos centrábamos en la Podología, una de las 15 titulaciones con mejor inserción laboral según U-Ranking. Como en cualquier otra rama sanitaria, quienes se forman para ser profesionales podólogos, tras la obtención del título también pueden especializarse en una área concreta para poder ejercer la profesión en cualquier clínica o centro sanitario.
De entre las especialidades de podología, hoy nos centramos en la podología deportiva, una especialidad cada vez más en auge ante el considerable aumento de personas que han incorporado a su día a día la práctica deportiva, así como al gran número de deportistas de élite que se dedican profesionalmente a una modalidad deportiva.
Es evidente que la salud del pie es fundamental para cualquier persona, sea de la edad que sea. Los pies soportan el peso de todo el cuerpo y sufren más de la cuenta debido a la sobrecarga a la que están expuestos en cada uno de nuestros movimientos. Al caminar, sufren, al igual que al estar de pie. Imagínate el sobreesfuerzo que hacen los pies al soportar nuestro peso corporal durante la práctica deportiva, y más en los deportes de alta intensidad: como es el caso del running.
Si hacemos caso omiso al especial cuidado que hemos de tener de nuestros pies, podremos estar sobreexpuestos a ciertas patologías que pueden poner en riesgo nuestro estado óptimo de salud, a la vez que pueden dificultar la práctica deportiva de forma eficaz. Y, como no, pueden conllevar serias complicaciones en nuestro día a día, aunque no seamos unos deportistas de élite.
¿Qué es la podología deportiva? Es la especialidad de la podología que trata las patologías y lesiones del pie que se manifiestan por causas de origen deportivo. Se encarga de equilibrar presiones y evitar la excesiva fatiga en ligamentos, músculos, tendones y articulaciones de deportistas, con el objetivo final de prevenir lesiones.
Beneficios para el deportista
La podología deportiva conlleva numerosos beneficios, entre los que se encuentran: mejorar el rendimiento y evitar un número importante de lesiones relacionadas con la forma de caminar, la pisada y la forma de correr, ya que la distribución anatómica y el perfil biomecánico de cada uno puede predisponer a padecer determinadas patologías.
Por ello, los expertos en el cuidado de deportistas son conscientes de la importancia que adquiere la podología deportiva para el estado óptimo de los deportistas, siendo un pilar en su cuidado. Además de estar especializados en exploración biomecánica y en el tratamiento deportivo personalizado, la podología deportiva también está basada en las plantillas deportivas individualizadas y especializadas, y en otros aspectos como:
- Análisis del gesto deportivo.
- Valoraciones posturales.
- Programas de estiramientos y recolocación postural.
- Consejos básicos para el calzado y la prevención de lesiones.
El podólogo es, por tanto, el profesional sanitario capacitado para realizar un correcto estudio biomecánico de la pisada para determinar las causas que pueden provocar una sobrecarga en el pie.
Prevención de lesiones y mejora del rendimiento
La podología deportiva es esencial para la prevención de lesiones y la mejora del rendimiento deportivo. Los profesionales de esta disciplina trabajan para mejorar la salud de los pies de las personas que practican deporte, permitiéndoles prevenir y atender cualquier anomalía que pueda surgir en sus pies. Es vital que los deportistas acudan a la consulta de podología para las revisiones periódicas con las que puedan anticiparse a posibles problemas derivados de la práctica deportiva que puedan desembocar incluso en daños más graves para otras partes de su cuerpo.
¿Qué lesiones deportivas son las más frecuentes? En general, las lesiones más comunes en el deporte son:
- Las lesiones de las partes blandas: por ejemplo, los trastornos de las uñas, la bursitis y la hiperqueratosis.
- Entre las lesiones de las estructuras óseas son muy frecuentes las sobrecargas de los metatarsianos (zona de las almohadillas del pie), que producen un dolor localizado en la planta del pie. Suele darse en atletas y personas que practican deportes de alto impacto, las cuales llevan un calzado con una suela muy delgada; o en bailarinas clásicas que soportan mucho peso de puntillas.
- Se pueden producir lesiones en las estructuras superiores de la planta del pie, dependiendo de la biomecánica y de la manera en que una persona corra, camine o practique un deporte. Entre ellas, cabe destacar los esguinces de repetición del tobillo. Una pronación acentuada puede llegar a ocasionar trastornos en las rodillas, de menisco, o de rótula, entre otros.
¿Te gustaría ayudar a los deportistas a prevenir estas y otras lesiones y a mejorar su rendimiento? No lo dudes y, tras cursar Podología, especialízate en podología deportiva. Es una de las profesiones de gran demanda en la sociedad, con una elevada tasa de empleabilidad para los recién graduados. Si tienes interés por esta área, te recomendamos explorar cursos relacionados con el grado de fisioterapia.