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La psicología evolutiva es una rama de la psicología que estudia los cambios que se producen en la mente humana a lo largo de la vida. Como es evidente, no todos somos iguales cuando nacemos ni a medida que vamos creciendo, pasando por todas las etapas evolutivas, hasta que llegamos al final de la vida. Y es que, desde que somos concebidos hasta que fallecemos estamos sometidos a un continuo proceso evolutivo o de cambio.
En definitiva, es un viaje por el ciclo vital, en el que vamos evolucionando y desarrollándonos como los individuos que somos, con nuestras virtudes, con nuestros defectos, pero siempre avanzando en la vida para alcanzar nuestro “mejor yo”. Como es de esperar, el desarrollo en el proceso evolutivo va asociado tanto a la educación como a diversos factores como los biológicos o ambientales, que están intrínsecamente ligados a la evolución y al cambio del individuo a medida que adquiere y gana en experiencia y aprendizaje durante su ciclo vital. Por lo tanto, la edad, el crecimiento físico y la maduración neurológica, son aspectos clave en la psicología evolutiva y del desarrollo.
Además de comprender los procesos de desarrollo humano desde una perspectiva evolutiva, es fundamental tener en cuenta cómo el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro puede influir en las prácticas educativas. La neuroeducación, una disciplina emergente que combina la neurociencia y la educación, ofrece perspectivas innovadoras para comprender cómo aprenden los estudiantes y cómo podemos optimizar su proceso de enseñanza-aprendizaje. A través de programas como nuestro máster en neuroeducación, los educadores pueden explorar estrategias basadas en la ciencia del cerebro para mejorar la efectividad de su enseñanza y promover un aprendizaje más significativo. Si estás interesado en fusionar los avances en neurociencia con tu práctica educativa, te invitamos a considerar esta emocionante área de estudio como parte de tu desarrollo profesional.
La teoría del desarrollo humano supone, por tanto, que existen multitud de variables que son determinantes en el desarrollo del individuo, como pueden ser el entorno sociocultural del individuo, las interacciones sociales, las propias vivencias del individuo o el aprendizaje.
Paulatinamente, iremos adquiriendo diferentes habilidades y capacidades a medida que vayamos madurando y avanzando en la vida, las cuales nos irán definiendo como la persona que somos, como hemos dicho anteriormente, “con nuestras virtudes y con nuestros defectos”. Y este proceso vital y de desarrollo, no culmina hasta que llegamos al final de nuestros días, es decir, hasta que "se apague nuestra vida".
Este proceso ha sido estudiado desde la óptica de diversas disciplinas a lo largo de los tiempos. Una de ellas es la psicología evolutiva, la gran protagonista en nuestro blog de hoy.
Psicología evolutiva: por qué es importante
La psicología evolutiva es vital para comprender los múltiples cambios que manifiestan la mente y la conducta del ser humano durante el desarrollo continuado que experimenta desde que nace, hasta que fallece, tal y como hemos reflejado anteriormente. De ahí, que nos cercioramos de la importancia que adquiere la psicología evolutiva en las diferentes etapas del desarrollo (prenatal, niñez, primera infancia, infancia intermedia, adolescencia, etapa adulta temprana, intermedia y tardía).
Cómo ayuda la psicopedagogía
En el campo de la atención temprana, los psicopedagogos han de estar cualificados en el terreno de la psicología evolutiva, a fin de conocer en profundidad cuáles son los períodos críticos que se dan en el desarrollo de las personas y, así, poder crear programas adaptados que contribuyan a estimular el aprendizaje, incluso en los casos en los que existan problemas que lo dificulten.
En cuanto a la atención psicopedagógica llegada la avanzada edad, sirve de ayuda a los expertos para poder desarrollar programas de psicoestimulación que ayuden a mejorar la capacidad de concentración y la memoria.
La psicología evolutiva es, por tanto, una rama cada vez más importante, habiendo demostrado su aplicación práctica al trabajar tanto con niños como con adultos.
La intervención psicopedagógica contribuye a potenciar el desarrollo integral de las personas. De ahí que los expertos en psicopedagogía necesiten adquirir profundos conocimientos en el ámbito de la psicología evolutiva, tales como: conocer los periodos críticos del desarrollo humano, cómo son las estructuras cognitivas en las distintas etapas evolutivas y cómo diseñar programas de intervención educativa que sirvan para estimular y compensar las dificultades que pudieran darse en el aprendizaje o dificultades madurativas del alumno.
En un post anterior, hablábamos del psicopedagogo, un perfil profesional cuya labor está centrada en el estudio de “una persona en situación de aprendizaje” de cualquier edad, evaluando, diagnosticando y ayudando a las que tienen más dificultades en el proceso de aprendizaje. En definitiva, os contábamos todo sobre la Psicopedagogía y la labor de un psicopedagogo. Y en esta otra entrada, nos centrábamos en las diferencias entre la Psicopedagogía y la Psicología Educacional.
¿Te gustaría dirigir tu futuro profesional hacia la psicopedagogía? Si es tu caso, si te ves ejerciendo como psicopedagogo, tendrás que estudiar psicología y luego cursar un máster en psicopedagogía online. Es la formación de posgrado con la que podrás adquirir las capacidades y habilidades necesarias para asumir ese rol tan importante para ayudar y guiar en la etapa evolutiva de cualquier persona a lo largo de la vida. ¿Crees que es tu meta de futuro?
Adicionalmente, si quieres descubrir las bases neuropsicológicas del aprendizaje y entender las necesidades específicas de cada alumno para prevenir el riesgo de exclusión social, puedes habilitarte con el Máster en Educación Especial.
